EsKuchá!

viernes, 14 de noviembre de 2008

“Si te gusta la recreación y la educación no formal, este es el espacio”

TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA QUE REALIZÓ EUGENIA SCOPPETTA (ESTUDIANTE DE LA CARRERA COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO) PARA UN TRABAJO, A ROMI



Romina Burgos, profesora, cuenta su experiencia al trabajar con chicos

Romina Burgos, profesora del Kinder Club Ana Frank, confiesa que “es muy difícil encontrar gente que entienda lo que es trabajar con chicos sin recibir un peso”. Define su lugar de trabajo como el “espacio de la recreación y la educación no formal” y cuenta que su objetivo es reforzar la educación recibida en el colegio con “algo distinto”.

- ¿Qué es el Centro Cultural Israelita Rosario?

- El Centro Cultural Israelita Rosario es una institución judeo-progresista. Cuando la comunidad judía empieza a hacer clubes en Argentina,empieza a hacer lugares donde solamente se juntaba gente de la comunidad, el Centro Cultural empieza a abrirse más a la parte de izquierda. El Centro Cultural Israelita está federado al Idisher Cultur Farband (Federación de Entidades Culturales Judías), que es lo que nosotros llamamos ICUF. Existen diferentes ramas dentro de la oposición de los judíos frente a las políticas. Están los que son más de derecha y, por el otro lado, está el ICUF que son los que mantienen el lado progresista. Progresista dentro de lo que se puede llegar a decir progresista. Lo que ellos mantenemos es una cuestión más humanitaria, se habla de una educación no formal, sobre el respeto al ser humano. Y de ahí sale esta institución. Cuando se abre el Centro Cultural Israelita empiezan a funcionar los Kinder. Los Kinder son actividades de los chicos dentro de este club. Este Kinder se llama Kinder Club Ana Frank.

- ¿Qué actividades funcionan acá en el Centro?

- En el Centro Cultural funcionan los sábados el kinder y los días de semana funcionan cualquier tipo de actividades, está abierto a toda la comunidad. Los días de semana hay gente que viene a alquilar el club para hacer sus propias actividades. Vienen clubes y escuelas a usar las canchas de voley para entrenar, hay un coro. Sin embargo, entre semana el club tiene actividad sólo dos horas de actividad por día, lo que es un desperdicio porque la verdad es que es una institución muy grande para que haya pocas cosas. Pero lo que sí funciona desde hace 40 años y todos los sábados religiosamente es el Kinder. Al principio se enseñaba Irish, se enseñaba Rikudim que es el baile típico. Pero al abrirse tanto y ser ahora tan humanista, que para mí está bárbaro, se perdió la enseñanza de la cultura judía. Se opta por que los chicos todos aprendan qué es la cultura, lo que es la historia, siempre manteniendo los parámetros que marca el ICUF. Lo que sí conserva siempre es lo humanitario, los principios, los valores, la solidaridad. Lo que hacemos con los chicos es trabajar ejes que tengan que ver con lo que sostenemos en el club, porque más que nada lo que mantiene el kinder es una cuestión ideológica. Los que trabajamos acá trabajamos ad honorem. Es difícil darse cuenta y admitirlo pero creo que también pasa por una militancia, porque uno tiene una constancia y viene para que esto siga funcionando y para que los chicos tengan una formación que no sea nada más la que le dan en el colegio, que sea otra cosa.

- ¿Cuáles son las actividades realizadas por los chicos cuando vienen todos los sábados al kinder?

- Nosotros pensamos actividades de recreación, es decir juegos, con un eje que es el que marca cada grupo a principio de año. Los grupos están divididos por edades, tenemos chicos desde 4 a 16 años y cada grupo lo separa una diferencia de dos años. A su vez, cada uno de los grupos trabaja con dos profesores. Tienen horarios de deportes, tomamos la merienda, tratamos de tener actividades plásticas. Siempre con las limitaciones que podemos llegar a tener de materiales, pero manejándonos bastante bien.

- ¿Cómo es sostenido económicamente el kinder?

- Hay dos partes. La institución, es decir el Centro Israelita, se mantiene con los socios, que son tres socios que han quedado en la historia por venir desde hace muchos años y donan dinero porque ya es una costumbre. Y con eso se paga la luz, el agua. A parte lo que tiene el club es que, por ejemplo, nosotros alquilamos el gimnasio pero no a un costo para poder mantener toda la institución. Lo alquilamos a un costo en que escuelas puedan venir a practicar acá, en donde chicas que quieran jugar puedan venir y que ese precio sea accesible. Eso es también parte de lo que es la ideología del club.

Por otro lado, en el kinder cobramos una cuota que en realidad no es fija. Lo que siempre le decimos a los chicos es que al kinder primero se viene y después se habla de plata. Si uno no puede pagar, no paga. Colabora el que puede y con cuanto puede. También hay padres que no pueden pagar y vienen a ayudar los sábados a hacer la merienda o con lo que sea. Y con eso se va más o menos manteniendo los materiales. No tenemos subsidio de nadie, la Municipalidad hace un montón de años pintó la institución y eso fue lo único que hizo. No nos banca nadie a nosotros. Y los profesores cobramos un viático cuando se pueda cobrar. Primero se prioriza comprar los materiales y después venimos nosotros.

- ¿Cuántos son los profesores y los chicos que hay en el kinder?

- Este año somos nueve profesores y 30 chicos. Una cosa muy loca de este año es que los adolescentes son 20 chicos, cosa que nunca se dio. Lo que se da ahora es que es tan divagante el ambiente de los adolescentes, entre los floggers, los emos, es tanto lo que les están comiendo la cabeza en la televisión, que los chicos encuentran su lugar acá. Yo creo que hay un montón de espacios como lo es esta institución que debería ser más aprovechado para contener a la cantidad de chicos y adolescentes que no tienen de esa contención y que están en la calle. Uno absorbe cosas y después está en uno devolver.

- ¿Por qué los padres deben decidir traer sus hijos al kinder?

- Venir al kinder pasa a veces por una decisión de los padres, cuando ellos toman la decisión de que sus hijos no estén los sábados todos los días mirando televisión. También tenemos chicos que vienen como jardín o guardería, que los padres quieren dormir la siesta y los traen. Esa no es la idea del kinder y evidentemente eso es así porque eso son los chicos que después se van. Y también, por el otro lado, pasa que vienen chicos por decisión propia y que los mismos padres no tienen ni idea de dónde están sus hijos.

- ¿Los profesores tienen alguna formación profesional?

- Lo que pasa en el kinder es que uno va absorbiendo todo lo que recibe al ser parte de la institución por tantos años hasta que te convertís en profesor. Pero también hay algunos que estudian educación física, por ejemplo, como complemento a la base de formación que les dio su paso como alumnos del kinder. Aquellos profesores que vienen de afuera del kinder, es decir que no tuvieron esa formación en su paso como alumnos, claramente te das cuenta que algo les falta. La gran diferencia es que nosotros no tenemos horarios fijos, ni grandes planificaciones estructuradas y que hay que respetar a raja tabla. Esto no quiere decir que trabajamos en horizontalidad porque es casi imposible, pero por ejemplo la directora no es la que da las órdenes, sino la que comunica entre los diversos grupos. Si vos en realidad te gusta la recreación y la educación no formal, este es el espacio. Es muy difícil encontrar gente que desde afuera entienda lo que es trabajar con chicos sin recibir un peso y solamente dar lo que vos le podes enseñar.

- ¿Existe cierto compromiso por parte de los profesores respecto su permanencia en el kinder?

- Esto es un ciclo en realidad, un círculo vicioso. Porque vos entras acá de chico y no salís más. Es depende qué tomas de lo que te da el kinder. Si vos tomas lo que te da para formarte como persona, es muy raro salir de acá adentro. Uno se va de acá cuando cree que devolvió lo que el kinder le dio. A mí lo que me pasa es que yo vengo al club desde los 6 años y yo digo siempre que yo soy lo que soy porque vine acá. En una escuela no te enseñan un montón de aspectos de la vida, como compartir, tener un grupo. Para enseñarle a los chicos no hace falta ser un animador todo el tiempo, el jueguismo por jueguismo no sirve. Nosotros en los juegos que jugamos queremos transmitir algo.